Hemos estado viviendo en un mundo de
disfraces y mascaras donde el masculino
es un constructo social que marca una
división entre una persona y su personaje.
Nos exhibimos al otro, pero no vemos lo
que en verdad es, ya que hasta el momento
solo hemos sido testigos de un Alter Ego
calculado a la perfección para poder saciar
las expectativas que se tiene de él.

El concepto de masculinidad hegemónica comprende individuos que tienen roles importantes, son independientes y proactivos. Adquieren el rol de proveedor para mantener una familia, la negación a la expresión de sentimientos, entre otros.

El bienestar es vivir una experiencia visual en la que se estimula y excita este sentido, también en la que se resaltan las formas del cuerpo y las características propias de la piel mediante la abstracción, saturación y sobreposición

Lazos maternales que conectan el cuerpo del ser y guían el camino a la perfección, a través del amor y lo que se trasmite desde el tacto de sus manos.