La intimidad son esos momentos en los que se enfoca en uno mismo, se dividen en dos: los momentos de quietud como el ritual antes de dormir en la noche, la cama es el instante donde uno es el centro de sus pensamientos, lejos de los afanes del día, es un instante donde todo parece estar en cámara lenta.

Más que crear prendas de vestir, esta marca busca brindar una experiencia. Transportar al individuo a ese espacio íntimo e imaginario donde se configuran los sueños y la identidad. Crear narrativas y metáforas que se materializan a través de los diversos tejidos y prendas. Llevar al individuo a la reconexión de su ser, con sus historias, con su origen, para así poder llegar a la máxima expresión de su identidad.

El proyecto muestra la dualidad entre la fortaleza y elegancia de la mujer oficinista y el amor cálido de una madre o abuela, así
como la forma en que ambas facetas coexisten dentro de un individuo, en este caso, mi mamá y mi abuela paterna.

Un mundo soñado e ideal donde abunda la tranquilidad, lo dulce y la diversión, también lleno de diferentes colores; hay tonos cálidos como el rojo, amarillo y naranja y a la vez hay tonos fríos como el azul y el verde que al unirse a los tonos cálidos expresan diversión