Este proyecto busca entender las razones por las cuáles las personas en Medellín no consumen vestuario de manera sostenible a través de la investigación de las lógicas de consumo de estos, inspirándose desde la preocupación por la contaminación que genera la industria de la moda. Luego de entender las lógicas de consumo de éstos se pretende encontrar nuevas formas o propuestas de vestuario consciente para suplir las necesidades los consumidores de clase-media alta de esta ciudad. La industria de la moda ha sido por lo general poco sustentable, actualmente es la segunda industria más contaminante y es una donde históricamente han explotado a sus trabajadores y lo siguen haciendo.

Poco a poco han empezado a nacer diferentes tipos de marcas sostenibles. En éstas, sus procesos y productos son más amigables con el medio ambiente, se paga un precio justo por la labor de los trabajadores, se vende ropa de segunda mano, entre otros. Sin embargo, estas marcas sustentables son por lo general más pequeñas, desconocidas, escasas y tienen fama de ser más costosas que las marcas de moda rápida.

Estamos llegando a un punto de no retorno con el planeta por la forma en la que consumimos y vivimos, y este tema nace de la crisis medio ambiental que estamos viviendo en el mundo. Esta se da por la contaminación que ocasiona cambios climáticos en todo el planeta. Este cambio, como dice la WWF, viene “Desde la revolución industrial [donde] la temperatura de la tierra ha incrementado de manera acelerada por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles – petróleo, gas y carbón -y la remoción de bosques.” (Fondo Mundial para la Naturaleza [WWF], s.f.) Entonces, desde esta época, nuestra forma de vivir el día a día ha ido dañando la capa de ozono, los ecosistemas, la agricultura, ha alterado el nivel del mar y ha generado muchos más fenómenos antinaturales.

Después de muchos años, por fin se están dando cada vez más corrientes desde la sostenibilidad que buscan darles solución y mejora a estos problemas, en este caso, específicamente en el mudo del vestuario.

Y Medellín, siendo la capital de la moda en nuestro país, tiene una alta responsabilidad en dar ejemplo a las marcas de moda que nacen cada día.

Este año 2020, esta pandemia, ha generado lentamente preguntas y preocupaciones en las personas sobre la manera en que vivimos y consumimos actualmente. Esto es importante pues “Con el aumento de la temperatura, se derriten los polos, sube el nivel del mar y las poblaciones costeras se ven afectadas. La agricultura sufre y peligra la seguridad alimentaria. Los fenómenos climáticos son más intensos, frecuentes e impredecibles. Según la ONU [y la WWF] Colombia es el tercer país del mundo más vulnerable frente al cambio climático” (Agenda del Mar, 2020). Todo esto ha dado que muchos se empiecen a cuestionar sus costumbres y hasta empiecen a cambiar sus lógicas de consumo a unas más conscientes, por lo cual se ha vuelto un momento perfecto para que las marcas sostenibles crezcan y las no sostenibles vean la importancia de ser conscientes con sus prácticas.

Teniendo en cuenta la importancia de lo anteriormente dicho, surge la pregunta: ¿Por qué en Medellín las personas de clase media-alta no consumen vestuario de manera sostenible? Pues como se ha mencionado anteriormente, es un tema crucial a la hora de sobrevivir a lo que le estamos causando al planeta, el cambio climático.