La corporalidad como territorio que se empieza entender a través de la topografía, el cual muestra esos puntos elevados que hablan del proceso de conexión entre la psique y la corporalidad. El movimiento de las placas tectónicas ayuda a sacar nuevos montículos y a renovar la superficie, así mismo las expresiones artísticas y manuales impulsan ese movimiento conjunto de la psique y la corporalidad para así sacar a la luz su verdadera proyección corpórea, reflejando acciones y expresiones dando a conocer un mundo interior. La manera errónea de categorizar cuerpos y darles características para definirlos ha llegado a entorpecer el proceso íntimo de construcción de identidad, por lo que encuentro recursos que devuelven ese proceso propio, por medio del arte y de reconocer el cuerpo como un territorio por explorar, dándole pie a una hermosa autonomía y seguridad a lo que reflejamos con nuestros cuerpos.