Mi proyecto habla de una feminidad romántico-lúdica  donde lo romántico se evidencia en el amor entre niñas, un amor que se puede evidenciar en la manera que se mirar, en que como juegan, en cómo interactúan entre ellas, en sus sonrisas, en la naturalidad de sus facciones, en cada  pequeño detalle se ve el amor que emiten entre ellas  y lo lúdico en la complicidad entre ellas, en la diversión que surge de sus juegos, en el juego constante al imaginar un mundo mejor, donde los sentimientos sean honestos y puros,  y el crear este mundo. Pero la feminidad deja de ser especial cuando crecemos y los sentimientos como la envidia, el egoísmo, la comparación aparecen y olvidamos el respeto y el amor hacia las mujeres, así que la feminidad se convierte al crecer en algo imaginario, algo que anhelamos. Pero si retornáramos a nuestra esencia, a lo cándido, delicado, divertido de nuestra infancia a esos sentimientos puros como el amor, respeto, amistad, solidaridad, comprensión … ese anhelo dejaría de ser anhelo y se convertiría en la realidad.

La nostalgia aparece en mi proyecto por medio de esta feminidad infantil, por estos recuerdos de mi infancia, una infancia rodeada de amor, de diversión, delicadeza, de romanticismo y de honestidad. Entonces se crea este anhelo por volver a ser hacer una niña, pero el crecer es algo inevitable por eso mi postura es de reconciliación con esa niña y con la mujer que soy ahora y como la esencia de esa niña sigue en mí.

Para darle vida a todo este concepto era importante que se evidenciara lo romántico y lo lúdico de la infancia, en el uso de los colores rojo y rosado que generaban una atmosfera romántica delicada y el amarillo representando lo lúdico. La silueta es muy parecida a los vestidos de Vionnet que representan un toque romántico y delicado, características fundamentales en mi proyecto.