Ya no soy más, ya no soy eso que fui. El pasado me persigue, sigue ahí, me ata y no me suelta. Intentando volver a respirar, volver a ser libre, corrí, volé y me deje, me deje atrás y ahora estoy mejor sin mí. Poco a poco me desprendo y veo como mi pasado se desintegra, pero aún así sigo conectado a mi esencia, llega por fin la libertad, aquí me despido de lo que fui ya que nunca volveré. Ya no soy más, ya no soy más eso que fui. Ahora soy libertad, ahora ya no me pesa la vida, ya no me pesa eso que fui, ya no me pesa el alma. Era mucho dolor, mucha soledad, mucho silencio. Pero, aun así, un pedazo de mi te extraña, todo lo que odiaba de ti, de nosotros, es eso mismo que me duele dejar atrás. El presente me obligó a dejar el pasado, a dejarme, para renacer y desdoblarme en esta nueva faceta del yo, el nuevo vivir, un nuevo amanecer. Me aprendí a querer, por eso te dejo ir. Ya no soy más, ya no soy eso que fui, soy el nuevo yo: el renacer del alma para aprender a vivir con el cambio.